Para escribir el siguiente texto
he utilizado la estrategia de creación literaria de La Bandera, que consiste en
inventarse un país, sus reglas, sus habitantes, su situación… y dibujar la
bandera. Esta actividad está pensada para los alumnos y alumnas de sexto de
primaria. He disfrutado mucho haciendo esta actividad, es muy divertido pensar
cómo sería nuestro país ideal.
A veces sueño despierta, y sueño
con el país donde todos y todas son felices. Donde la gente se despierta con
una sonrisa en la cara y se acuesta de la misma manera.
Sueño con un país donde hay
igualdad, donde no importa si eres hombre o mujer, si tu piel es blanca o de
color, si eres médico o peluquero, porque lo importante son las personas y no
su sexo, etnia o profesión.
Es un país donde todos los habitantes
tienen trabajo, casa y derecho a una educación y una sanidad de calidad, donde
la gente no se queda sin oportunidades por no tener dinero para pagarlas.
En mi país nos preocupamos por
las personas de otros países e intentamos ayudar. En mi país no nos importa el
dinero, ni ser ricos, porque en mi país ideal, el dinero no da la felicidad.
En mi país las casas son de
colores, cada persona construye y pinta su propia casa a su gusto.
Creo que al imaginar mi país
comienzo inventando a las personas, pues son las personas las que cambian las
cosas.
Imagino un país donde los que
están arriba escuchan a los que están abajo, y donde los que están abajo
admiran a los de arriba.
Imagino un país donde la comida
típica son los huevos fritos con patatas y el arroz negro con calamares y donde
todos los días se merienda batido de fresas y plátano.
Un país donde las escuelas educan
en valores, y donde los niños y niñas adoran ir al colegio, porque les gusta
aprender y disfrutan aprendiendo.
En mi país no habría ciudades
grandes contaminadas, habría pequeños pueblos rodeados de campo donde ir a
jugar con los amigos, respirar aire puro, y aprender a apreciar las maravillas
de la naturaleza.
En mi país ideal los dentistas no
hacen daño y nadie les tiene miedo, las inyecciones no duelen y las heridas no escuecen cuando las curan.
La gente es educada y da los
buenos días a cualquiera que pase por la calle.
En mi país todo el mundo leería
el periódico mientras desayuna y escucharían más la radio y verían menos la
tele.
El deporte sería un estilo de
vida, no una obligación por salud o para estar más delgado.
Las acelgas tendrían el sabor de
una pizza y a los chicles no se les acabaría nunca el sabor.
La gente no correría, las prisas
no existen en mi país ideal.
En mi país imaginario la gente
habla de libros más que de fútbol.
En mi país cuando coges una foto,
puedes meterte dentro de ella y revivir el momento que viviste cuando tomabas
la instantánea.
Mi país imaginario tendría playa
y montaña, las dos a la misma distancia, cerquita, para ir cuando quisiéramos.
En mi país no hay modas, ni
tendencias, y cada uno viste como quiere y no es juzgado por ello, puedes
cantar y gritar cualquier canción en la calle sin que te tomen por loco; nos
gusta bailar bajo la lluvia y reír hasta que se nos salten las lágrimas.
En este país no nos acostamos sin
saber nada nuevo, aprendemos a diario, mejoramos día a día; crecemos,
avanzamos, progresamos. Nos ponemos retos, y alcanzamos nuestras metas.
En mi país la gente no se
avergüenza al decir te quiero.
Y lo mejor de todo, es que en mi
país funciona todo solo con una norma: el respeto.
Que bonito!!!! Mi parte favorita es: En mi país no nos averguenza decir te quiero. Y lo mejor de todo, es que mi país funciona todo solo con una norma: el respeto
ResponderEliminarQue chulo albus. Y el formato libro me ha gustado mucho la portada. Es un cuento lleno de valores!
Me ha encantado¡¡ yo también quiero practicar el esquimar en tu país.
ResponderEliminarhay algunas cosas que tendrían que ser comunes a todos los países y no solo en textos de países ideales.
Muy guay.
Que chulo!!!! ME HA ENCANTADO! Con tu permiso algún día se lo enseñaré a mis niños!
ResponderEliminarLas tres actividades están perfectas.
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