Hola, mi nombre es Bobby, tengo 9 años recién cumplidos. El
martes pasado fue mi cumpleaños y me hicieron muchos regalos. Uno de ellos es
un libro. Al principio pensé “que rollo, no me gusta leer, ¿Por qué me han
regalado esto mis abuelos?”, pero hoy, habiendo terminado el cuento me alegro
muchísimo de que me lo hayan regalado, he disfrutado mucho leyéndolo y me he
sentido muy identificado con el protagonista de la historia.
El libro se llama “La noche que tuve un monstruo encerrado
en el armario”, del autor Gabriel García
de Oro, y está ilustrado por Purificación Hernández. Es un libro de la
editorial Edebe y la primera edición se hizo en septiembre de 2008. Creo que
este libro va dirigido a gente de mi edad, entre los 8 y los 9 años, o lo que
es lo mismo tercero o cuarto de primaria.
Es un libro muy manejable, tiene un tamaño perfecto, por lo
que puedo pasar las páginas sin problema, es fino y no pesa casi nada. Las
páginas son resistentes, no parecen folios normales como los que usamos en
clase, son un poco mas gorditas, supongo que es para que los niños como yo no
las rompamos al pasar las páginas.
Las ilustraciones molan mucho, describen a la perfección lo
que se está narrando en la historia. Tiene una imagen por capítulo, son muy
coloridas y te permiten meterte más de lleno en el cuento e imaginar cómo son
las cosas que cuenta el protagonista de la historia. Yo estoy acostumbrado a
leer cuentos con más imágenes, pero como ya soy más mayor no me importa que no
tenga tantas como otros cuentos.
En cuanto a la letra es muy legible, tiene un cuerpo 14 más
o menos, que es la letra que se utiliza para la gente de mi edad porque es
fácil de leer, los espacios interlineales y entre caracteres son adecuados y la tipografía es atractiva a la vista y
fácil de entender. Esto ha hecho que sea ameno y sencillo para mí leerme el
cuento. No ha hecho falta que siga con el dedo la lectura porque las líneas
están separadas y no se me mezclaban unas con otras como me ha pasado otras
veces.
La historia habla de un niño que cuenta en primera persona
cómo vivió la noche en la que tuvo un monstruo metido en su armario. El
protagonista llega del colegio, después de un mal día por un problema que ha
tenido en el cole y se va a dormir inquieto pensando que algo raro iba a pasarle.
A media noche va al baño a hacer pis y cuando vuelve ve cómo un extraño ser se
mete en su armario. Pasa toda la noche sin dormir pensando cómo es el monstruo
que se esconde en su armario y deja volar su imaginación. El padre del
protagonista le oye haciendo ruido en la habitación y acude a entretenerlo,
pero cuando este se va, el niño sigue inquieto. A la mañana siguiente se va a
desayunar y cuando vuelve su madre ha abierto el armario y no hay nada en el
interior. Sin embargo encuentra una de sus camisetas favoritas en mitad del
pasillo llena de babas, por lo que el protagonista imagina que no todo ha sido
un sueño.
El tema principal del texto son los miedos nocturnos, los
niños de mi edad solemos tener pesadillas que nos tienen en vela toda la noche.
Yo muchas veces sueño con un monstruo azul peludo que se esconde debajo de mi
cama y me da mucho miedo, no se lo cuento a nadie para que no se rían de mí, me
da mucha vergüenza. Creo que también en el cuento hace referencia a la
superación de los miedos, porque el protagonista sabe mantener la calma aunque
tiene miedo y llevar muy bien la situación. He estado mirando en internet y algunos
especialistas dicen haber varias causas para las pesadillas nocturnas. Una
puede ser que no se cubran todas las horas de sueño necesarias; y también puede
ser que los niños estemos viviendo alguna situación de estrés o ansiedad, ya
sea por algún cambio, aunque sea mínimo, en nuestras rutinas, o por alguna
escena que hayamos vivido o visto en la televisión. Creo que eso es justo lo
que le ha pasado al protagonista del cuento. Después de un mal día en el cole,
se siente inquieto y por eso sueña con el monstruo en el armario.
Para otros autores las pesadillas constituyen una expresión
del proceso evolutivo de maduración del sistema psíquico y la puesta en marcha
de mecanismos defensivos. Según he leído el primer episodio suele aparecer por
primera vez entre los 3 y 6 años, y
normalmente las pesadillas se superan con la edad y no necesitan ningún tipo de
intervención psicológica. Espero que realmente se pase rápido porque a mí no me
gusta tener pesadillas, y a mi madre le tiene muy preocupada. Cuando hoy venga
a casa la diré que no se preocupes, se me pasará cuando me haga más mayor.
El cuento tiene una estructura especial, comienza
presentándose el protagonista que ya es mayor y haciendo referencia a la
pesadilla que tuvo cuando era un niño. A continuación empieza la historia de
verdad, donde cuenta siguiendo una estructura lineal de presentación, nudo y
desenlace cómo ocurrieron los hechos de aquella noche en la que tuvo un
monstruo en el armario. Yo se que los libros destinados a niños y niñas de
segundo ciclo de primaria como yo, a veces tienen estas estructuras diferentes.
Es porque somos más mayores y entendemos mejor la dimensión del tiempo.
El protagonista es un niño como yo, de la misma edad que yo,
que tiene una vida como la mía, va al colegio como yo, juega al fútbol como yo,
y tiene un padre y una madre con los que vive como yo. Además a veces tiene
pesadillas, y eso a mí también me pasa. Por eso yo, y cualquier niño o niña de
mi edad se puede sentir perfectamente identificado/a con él. Además cuenta la historia de una manera muy
cercana y cotidiana. Cuenta unos hechos que son trasladables a la vida real, y
en ocasiones hace apelaciones al lector, eso quiere decir que “habla con
nosotros, los que leemos el cuento” porque por ejemplo dice: “…Casi es un
anticipo de lo que encontrarás después. Pero bueno, ¡Qué te voy a contar a ti!
Si seguramente estás leyendo esto en la cama, o poco antes de acostarte”. Esto
hace que la relación autor-receptor sea mucho más cercana.
En cuanto al resto de los personajes son el papá y la mamá
del protagonista. En este cuento nadie tiene nombre, o por lo menos no viene
escrito. El papá ayuda al protagonista
por la noche cuando oye que está despierto, y va a verle, habla con el e intenta
tranquilizarle. Y la mamá es la que se encarga de despertar a la mañana
siguiente al protagonista y le ayuda a buscar la ropa que se va a poner y a
prepararle el desayuno. Estos papeles son los normales en una familia real,
como la mía por ejemplo, aunque se suele pensar que cuidar de los niños y la
casa es tarea de las mamás, y los papás trabajan y protegen a su familia, pero
a mí me parece que es algo un poco anticuado y machista, y que ambos pueden
desempeñar ambas funciones por igual. Es algo que mis padres siempre me han
intentado enseñar desde pequeño, que todos somos iguales, da igual el sexo, la
religión, el país del cual venimos…
Este libro transmite valores como la empatía, ya que el niño
se pone en el lugar del monstruo e intenta pensar cómo se puede sentir y actúa
de manera que no pueda herir los sentimientos de éste. También se fomenta el
compañerismo, como ya he dicho antes el protagonista es muy bueno con el
monstruo, y le da de comer, e intenta no asustarle. Es una historia de
superación y valentía, se ve cómo el niño al principio del cuento está aterrado
y cómo según avanza la noche se siente más seguro de sí mismo y más tranquilo.
Son valores que tanto en el cole como en casa intentan transmitirnos. Es
importante que con 8 y 9 años nos enseñen a ser buenos compañeros, a superar
nuestros problemas con alegría y no quedarnos estancados, a ser empáticos y
saber ponernos en el lugar de los demás. En este cuento es sencillo comprender
estos valores y extraerlos de la lectura, porque para niños de nuestra edad son
valores cotidianos.
El lenguaje es fácil de entender, es cercano y adecuado, no
tiene palabras raras de esas que dicen los mayores y que nosotros los niños no
entendemos. Las frases no son muy largas, cuanto menos subordinadas más fácil
es leer y comprender lo que leemos para nosotros. El estilo es
narrativo-descriptivo, no hay uso de la función poética a penas pues es una
descripción de unos hechos reales, y pretenden ser lo más cercanos posible a la
realidad del lector.
Creo que este cuento es genial para los niños de mi edad,
porque nos sentimos realmente identificados con el protagonista, y nos
tranquiliza la manera cómica y divertida de la que trata al monstruo que cree
tener en su armario. Esto hace que no tengamos tanto miedo a las pesadillas y
descansemos más tranquilos por las noches. Además el protagonista al principio
del libro dice que la gente se ríe de él cuando cuenta su pesadilla, y yo le
entiendo perfectamente, porque muchas veces se han reído de mí cuando contaba
el sueño que había tenido la noche anterior, y me molesta mucho, pues es algo
que me tiene preocupado y a los demás les causa risa. Recomiendo este libro
para que se lo lean todas las personas de mi edad, de unos 8 o 9 años, porque
es divertido, entretenido, te sientes realmente identificado y tranquiliza
saber que hay niños por ahí que se sienten de la misma manera que tú y le
ocurren las mismas cosas.